Los bogavantes europeos suelen ser marrones/negros, pero en raras ocasiones los bogavantes son azules (aproximadamente 1 de cada 1000). Los bogavantes también pueden tener otras desviaciones de color, y una de las combinaciones más raras es la de negro en una mitad y naranja/rojo en la otra. En EE.UU., los bogavantes con esta combinación de colores se llaman "bogavantes de Halloween". Hay poca investigación sobre este tipo de langostas, pero se supone que 1 de cada 50 millones puede tener ese color. La anomalía genética se debe a un cambio en la unión entre la proteína beta-crustacianina y el pigmento colorante astaxantina del caparazón. La experiencia previa con langostas que presentan una combinación dual de colores ha demostrado que son ginandromorfas. Esto significa que la langosta ha perdido un cromosoma X inmediatamente después de la fecundación, lo que puede ocurrir en crustáceos e insectos. Este ejemplar parece ser hembra, lo que hace que la langosta sea aún más misteriosa.